miércoles, 4 de noviembre de 2015

La lectura en México, un problema con varias aristas


Flor Velázquez

A manera de homenaje por la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, de William Shakespeare y de ‘el Inca’ Garcilaso de la Vega, la UNESCO conmemora el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor el 23 de abril, desde el año 1996.

Uno de los objetivos del organismo multinacional para instaurar el día de la lectura, fue el de “alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural”; sin embargo esta idea dista mucho de la realidad de la lectura que se tiene en México.

De acuerdo con la OCDE y la UNESCO, un mexicano lee en promedio 2.8 libros al año, cifra menor comparada a otros países. Esta lamentable situación es consecuencia de factores sociales, pero también económicos y hasta de salud.

En México la escasa cultura de la lectura no solo tiene sus raíces en un sistema educativo deficiente, sino también en el costo que tienen los materiales literarios, los cuales no son accesibles para un gran porcentaje de la población, que si bien han aprendido a leer en la educación básica, viven en estado de marginación y pobreza.

Otro factor importante que afecta los índices de lectura en México son los problemas visuales que millones de personas sufren y que en su mayoría no puede atenderse adecuadamente.

De acuerdo con el INEGI, 43.24 por ciento de la población, o sea 48 millones 575 mil 560 personas, requieren de servicios optométricos en México. De éstos, 20 por ciento se encuentra en edad escolar de 5 a 15 años, edad de máximo desarrollo cognoscitivo y de habilidades.

La falta de un adecuado sistema de salud en México ha propiciado que generaciones enteras crezcan con debilidad visual y otros problemas optométricos, los cuales generan, como consecuencia, un menor índice de lectores en el país.
A todo esto se le suma la popularización del internet, tecnología que ha desplazado a los libros tradicionales en la búsqueda de información y, cada vez más, también adentro de la literatura, a través de resúmenes encontrados en la red.

Hábitos de la lectura en México

La Encuesta Nacional de Lectura realizada en el 2012 por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura, reveló que 50 por ciento de los hogares en México poseen menos de 10 libros, mientras que la otra mitad únicamente cuenta con libros de texto gratuitos. Por otro lado, 54 por ciento de los encuestados indicaron que no leen cotidianamente, y 35 por ciento aseguró no haber leído un solo libro en su vida.

De acuerdo al estudio realizado, los principales motivos por los cuáles la gente no lee es por la falta de tiempo. Al parecer, el hábito de leer en lugares fuera del salón de clases o del trabajo es una actividad imposible o que incluso se puede llegar a considerar aburrida y desgastante, siendo sustituida por actividades diferentes como hacer ejercicio o descansar.

Según la última Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales del Conaculta, el promedio de libros leídos por año en México es de 2.9 (resultado similar a lo que plantea la Unesco), siendo los jóvenes de 18 a 22 años, con educación universitaria y de niveles socio económicos medio y alto, quienes más leen.


Pero lo más alarmante de esta investigación es que entre 70 y 73 por ciento de los mexicanos, es decir, alrededor de 82 millones de personas, no leen un solo libro al año unos porque no quieren o no pueden y otros porque no saben, dando como resultado cerca de 5.3 millones de analfabetas mayores de 15 años, según el INEGI. Tomado de: http://amqueretaro.com

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