Flor Velázquez
A manera de homenaje
por la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, de William Shakespeare y de
‘el Inca’ Garcilaso de la Vega, la UNESCO conmemora el Día Mundial del Libro y
el Derecho de Autor el 23 de abril, desde el año 1996.
Uno de los objetivos del organismo
multinacional para instaurar el día de la lectura, fue el de “alentar a
todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y
respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y
cultural”; sin embargo esta idea dista mucho de la realidad de la lectura
que se tiene en México.
De acuerdo con la OCDE y la
UNESCO, un mexicano lee en promedio 2.8 libros al año, cifra menor
comparada a otros países. Esta lamentable situación es consecuencia de factores
sociales, pero también económicos y hasta de salud.
En México la escasa cultura
de la lectura no solo tiene sus raíces en un sistema educativo deficiente, sino
también en el costo que tienen los materiales literarios, los cuales no son
accesibles para un gran porcentaje de la población, que si bien han aprendido a
leer en la educación básica, viven en estado de marginación y pobreza.
Otro factor importante que
afecta los índices de lectura en México son los problemas visuales que
millones de personas sufren y que en su mayoría no puede atenderse
adecuadamente.
De acuerdo con el INEGI,
43.24 por ciento de la población, o sea 48 millones 575 mil 560 personas,
requieren de servicios optométricos en México. De éstos, 20 por ciento se
encuentra en edad escolar de 5 a 15 años, edad de máximo desarrollo
cognoscitivo y de habilidades.
La falta de un adecuado
sistema de salud en México ha propiciado que generaciones enteras crezcan con
debilidad visual y otros problemas optométricos, los cuales generan, como
consecuencia, un menor índice de lectores en el país.
A todo esto se le suma la popularización
del internet, tecnología que ha desplazado a los libros tradicionales en la
búsqueda de información y, cada vez más, también adentro de la literatura, a
través de resúmenes encontrados en la red.
Hábitos de la lectura en
México
La Encuesta Nacional de
Lectura realizada en el 2012 por la Fundación Mexicana para el Fomento de la
Lectura, reveló que 50 por ciento de los hogares en México poseen menos de
10 libros, mientras que la otra mitad únicamente cuenta con libros de texto
gratuitos. Por otro lado, 54 por ciento de los encuestados indicaron que no
leen cotidianamente, y 35 por ciento aseguró no haber leído un solo libro en su
vida.
De acuerdo al estudio
realizado, los principales motivos por los cuáles la gente no lee es por la
falta de tiempo. Al parecer, el hábito de leer en lugares fuera del salón de
clases o del trabajo es una actividad imposible o que incluso se puede llegar a
considerar aburrida y desgastante, siendo sustituida por actividades diferentes
como hacer ejercicio o descansar.
Según la última Encuesta
Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales del Conaculta, el
promedio de libros leídos por año en México es de 2.9 (resultado similar a lo
que plantea la Unesco), siendo los jóvenes de 18 a 22 años, con educación
universitaria y de niveles socio económicos medio y alto, quienes más leen.
Pero lo más alarmante de
esta investigación es que entre 70 y 73 por ciento de los mexicanos, es
decir, alrededor de 82 millones de personas, no leen un solo libro al año unos
porque no quieren o no pueden y otros porque no saben, dando como resultado
cerca de 5.3 millones de analfabetas mayores de 15 años, según el INEGI. Tomado
de: http://amqueretaro.com
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